El 22 de junio fue el Día Internacional de Bosques Tropicales y estos últimos años más que nunca, cuando la humanidad se ha tenido que enfrentar a horrores del pasado como los de una pandemia, es momento de reflexión.
Un informe (https://www.wwf.es/?54900/Informe-WWF-COVID19-Llamada-urgente-para-proteger-a-las-personas-y-la-naturaleza) de WWF Internacional sobre el COVID revela que un 70% de las enfermedades humanas son producidas por la explotación de la naturaleza mientras conocemos al mismo tiempo que la superficie forestal se ha reducido en más del 30%.
Es importante también conocer el impacto de nuestra dieta sobre el medioambiente, de acuerdo a un reporte de Green Peace (https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2018/03/bueno-informe.pdf?_ga=2.80091218.411016948.1624294156-261517904.1624294156&_gl=1*luzdcy*_ga*MjYxNTE3OTA0LjE2MjQyOTQxNTY.*_ga_YERBT5H8S8*MTYyNDM3MTU5OS4xLjAuMTYyNDM3MTYwMi4w) entre 1960 y 2011 la producción de alimentos de origen vegetal fue responsable del 65% de los cambios en el uso del suelo y de la expansión de la tierra cultivada.
Pero ¿es cierto que si el mundo se hiciera vegano toda la tierra usada en cultivos contaminaría lo mismo? Según estudios de investigadores de Oxford (https://mercyforanimals.lat/blog/un-innovador-estudio-ambiental-afirma-que/?_ga=2.12346231.2123708171.1624371508-498872396.1624371508) si dejáramos de comer carne, el uso de tierra para cultivos podría reducirse un 75%, el mismo tamaño de tierra que EEUU, China, Australia y toda la Unión Europea y es que la industria de la carne es responsable del 91% de la deforestación del Amazonas, principalmente en países como Brasil y Colombia, siendo Brasil el segundo productor mundial de carne.
Los monocultivos son uno de los grandes problemas cuando hablamos de la deforestación y entre ellos el que ocupa el primer lugar es el de la soja, aun así debemos tener en cuenta el verdadero problema con ellos y desmentir el mito de la soja. El 87% va a la elaboración de piensos para alimentar a los animales de la industria cárnica y ovo láctea (https://es.greenpeace.org/es/sala-de-prensa/comunicados/las-importaciones-espanolas-de-soja-para-la-alimentacion-de-ganado-estan-detras-de-la-deforestacion-y-la-crisis-climatica/#:~:text=El%2087%25%20de%20la%20soja,en%20m%C3%A1s%20de%20850%20f%C3%A1bricas).
No podemos tampoco dejar de lado la directa relación entre el empobrecimiento de las zonas que se ven afectadas por los grandes territorios para el ganado, como el desplazamiento de los grupos indígenas y originarios, la quema intensiva que acarrea contaminación, problemas en el agua y desabastecimiento, y, a la vez la creciente violencia hacia los activistas ambientales especialmente en Latinoamérica (https://www.globalwitness.org/es/defending-tomorrow-es/); Colombia, Brazil y Mexico encabezan esta lista.
Proteger los bosques es una tarea de todos y el veganismo es una declaración de justicia hacia los animales, el medio ambiente y las otras personas que habitan el planeta, aunque las cifras son desoladoras aún quedan esperanzas y hay gente en todos los rincones del planeta luchando incansablemente por defender los bosques.
Si conoces proyectos e iniciativas interesantes con respecto a la conservación de los bosques, déjala en los comentarios.
Autora: Estefanía Serna