 (1) (3)-compressed (4).jpg)
Hace un tiempo ya logramos conseguir que se rechazara la enmienda 165 que intentaba prohibir que los alimentos de origen vegetal utilizaran términos típicos de los productos cárnicos como hamburguesa y salchicha. Sin embargo, seguimos peleando para que no se apruebe la 171 que busca la censura de los sustitutos vegetales a los lácteos, ya es ilegal usar términos como yogurt o leche en alimentos de origen vegetal.
Lo que busca esta enmienda es supuestamente evitar la confusión de los consumidores aunque en sí misma, al ser aprobada. paradójicamente privaría al consumidor de cierta información vital sobre los productos vegetales.
Si se aprobara significaría que:
- No se puede evocar de ninguna forma a los productos lácteos en los envases y publicidades de los sustitutos de origen vegetal (parece que la industria láctea ha hecho patentes con la lengua).
- No se podría comparar el impacto climático de los productos vegetales con los de origen vegetal (¿en qué parte esto resultaría confuso para los consumidores?).
- No se podría describir un alimento de origen vegetal usando terminología que de alguna forma se asocia a los lácteos como “sabor a leche” “ cremoso” (¿?).
- Dentro de la prohibición de términos asociativos se incluye las descripciones puramente informativas como “no contiene leche” o “alternativa vegetal al queso” (¿y las personas con alergias alimentarias? ¿no estarán más confusas sin esta información?).
- En cuanto a las imágenes que se muestran hay incluso prohibiciones tan absurdas como no poder usar imágenes de bebidas blancas en una mesa de desayuno o espuma en un café o cualquier tipo de imagen asociativa de la industria lácteos.
Claramente es un ataque al creciente mercado de los sustitutos a los lácteos, pero más allá de esto me resulta violento el hecho de que de un día a otro, la industria láctea se apropie de terminología o de unos supuestos derechos de imagen (es que es tan arbitrario que no estoy segura de cómo llamarlo). Si miramos la definición de “leche” en la RAE, esta contempla tanto la leche de origen animal como inclusive cosméticos entonces ¿a qué tipo de confusión estamos refiriendo cuando hablamos de esto?.
Por otro lado, frente a la crisis ambiental que estamos viviendo la etiqueta de la huella climática de los alimentos debería ser un requerimiento fundamental en estos momentos. Tenemos el derecho de saber cuánto consume los alimentos que tomamos.
Y ya no decir nada de la confusión que genera para mí el hecho de no poder usar terminología informativa que se asocie a los lácteos de cara a las personas con alergias alimentarias.
Es un tema que desde luego me saca de mis casillas y es importante que estemos bien informadas.
Si quieres firmar la petición, aquí os dejamos el link de Proveg:
Autora: Estefanía Serna
